Mi ultima carta para tí

Hoy amanecí con la necesidad de volver a escribir, como que con eso fuese a revivir mi historia contigo. Sabes fue tan fuerte sentir tantas cosas de nuevo, escuchar que mis latidos gritaban tu nombre, hasta  me detuve un momento para que el temor se fuera.

Y así es como hoy vuelvo a escribirte…

Esta es la segunda carta con la que te describo lo que hoy siento, con la diferencia que 

esta carta quizás no la podrás leer como la primera, pero sé que en cualquier parte que 

te encuentres sabrás lo que estoy haciendo.

Mi respiración es agitada y mi mano tiembla como la primera vez que te vi, 

este es el momento más difícil de solo saber que ya no vives, no es fácil aceptar

haberte perdido, y es que aunque ya pasaron varios días  desde tu partida aún se encuentra en el ambiente ese vacío, ese frio  que dejaste, ese algo que

me hace suspirar… y aunque sé que en esta vida todo tiene un fin,

mi amor por ti jamás se terminará a pesar que  la  distancia y la muerte

nos hayan separado.

Y es que desde que ya no estás todo ha cambiado porque mientras tus ojos

estaban abiertos podía ver; porque tú eras tú, yo era yo.

Sé que para nosotros ya no hay tiempo, que ya no tiene ningún sentido intentar decir

que te extraño, que te necesito o que te amo, pero a veces quisiera cerrar los ojos y no regresar a la realidad tan siquiera por un momento, sentir que tu estas aquí, que la distancia entre nosotros es corta a pesar de todo  pero ahora me debo despedir de ti, aunque sé que en mi corazón quedara impregnado tu amor, pero le debo decir  adiós a aquellos abrazos acogedores, a los recuerdos que me mantuvieron soñando…

Es hora ya, de dejarte ir y   no te preocupes más que yo continuaré con mi destino. 

Adiós mi bello ángel…